18 Ella dijo: «Que tu sierva halle gracia a tus ojos.» Se fue la mujer
por su camino, comió y no pareció ya la misma.
19 Se levantaron de mañana y, después de haberse postrado ante
Yahveh, regresaron, volviendo a su casa, en Ramá. Elcaná se unió a
su
mujer Ana y Yahveh se acordó de ella.